Al filo del Pecado....de la Infidelidad

Al filo del Pecado... o más exactamente al filo de la infidelidad.

Debo comenzar diciendo que creo en el matrimonio para toda la vida, que considero indispensable luchar porque así sea, aunque tenga que luchar sola (claro es que debe ser un trabajo de dos). Debo decir que soy fiel....

Pero he tenido muchas posibilidades de no serlo, he estado al filo de la infidelidad.

Cómo no ha de sentirse cierto gusto al provocar a los hombres (obviamente no a todos, sólo a aquellos que por las circunstancias te topas en tu vida, y que de no ser porque ya estás comprometida sabes que podría haber pasado algo más allá de la simple amistad).
Creo que la mujer necesita al igual que el hombre, estarse probando, saber si aún "está en el mercado" y si es capaz de producir reacciones en el otro sexo, saber si es capaz de hacer hervir las hormonas del otro, con una sola mirada, un gesto sugerente, un roce suave de manos, un beso cercano a la comisura de los labios.

Me encanta saber que provoco reacciones en otros, y mas aún, que las provoco todavía en mi marido, quien me ve con las peores caras y fachas, pero quien también tiene el deleite de verme con los mejores encajes, corsés, ligas y demás prendas provocativas.

Seducir es un placer... y no logro limitarme como quisiera.

Tengo varios amigos que han estado enamorados de mi. Por eso no creo en la amistad entre hombres y mujeres. Siempre hay una parte interesada sentimentalmente en el otro.
Aún sigo viendo a muchos de mis amigos, y muchos de ellos ya están casados o incluso separados... y siguen enamorados de mi. Siguen haciéndome proposiciones indecentes. Qué placer. Y qué desdicha para ellos.

Saber que pasan por tu lado rogando rozar tus manos, tu cuerpo. Saber que pasan por tu lado rozándote y tener conciencia de que ese simple roce hace hervir la sangre y desatar un mar de hormonas incontrolables.... y cuando con alguno de ellos hubo algo más que una amistad, sabes muy bien cómo se estremece su cuerpo y qué recuerdos pasan por su mente. De los que han sido sólo amigos, sabes muy bien los sueños que cruzan por su cabeza.

Y sigo sintiendo que es un placer seducir. Hacer hervir la sangre y dasatar un mar de hormonas, sentir el calor de la agitación interior, provocar al otro sin más deseo que darle un efímero placer.... y sentir también uno ese efímero placer de la conquista, del triunfo, del sentirse deseada.

Provocarle celos a mi marido? No, no lo creo . El sabe el tipo de mujer que tiene a su lado... aquella que siendo deseada por otros, sólo él la puede disfrutar.